Me ví,
cayendo desde sus labios al destierro próximo de tu mirada
Me olí,
la angustia tersa de ser en tí
Creí,
en todas la imágenes que no tienen origen
en todas las palabras que imanté de latido gris
Soy todas las que quise y ya no quiero
y también las que odie
hasta el vomito caliente
sobre mis pechos
hasta las manos rasgadas
en su putrefacción
Sobre la cima de los recuerdos
se entrampan las cavernas
que custodian mi prisa, mi risa y mi azar.
Entre piedras calientes se esfuma insolente
mi escasa dicha y arisca vanidad
Sobre los labios de otros
se atora distante la nada creciente,
entre tus dientes y mi vientre
que no guarda nada para engendrar
que no vive nada y sangra de azul
En explosiones violetas
deposito mis sueños arqueados
mis ojos juzgando tanto acto y gratitud
Para ser en tí debo ya no ser
las que quise y ya no quiero
las que odio y odiaré
Odiaré, por aferrarme a tus pieles
con fantasmal desvarío
Odiaré, el sublime garfio
la pata de palo
el caballo blanco y mi rostro de coral.
Odiaré y tocaré mi espalda que se deshace en la hiedra
odiaré la muerte en su vívido reflejo
de desnudas sombras y de terco ademán
Odiaré fumando la vida y en sus ojos
la torpe terquedad
Odiaré la muerte y a todos mis otros
que de tormentas se desaguan en el mar
Se convierten en esporas
y se esfuman con la sal.
wuaaaaaaaaoooooooo fabuloso la felecito Dolores muy buen poemaaa saludos atte sol2
ResponderEliminarMuchas gracias, saludos!
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